¡Hola!
Devorando libros estoy últimamente.
Ayer terminé el siguiente:
Batallas
decisivas de la Segunda Guerra Mundial
Nos encontramos ante una
obra que es original en su planteamiento: reunir en un sólo libros a
ilustres militares para contar alguna de las más importantes
batallas de la Segunda Guerra Mundial estando ellos, además,
involucrados en ellas. El selecto grupo reunido para tratar las
distintas batallas son los siguientes:
- La Batalla de
Inglaterra está tratada por el general Werner Kreipe, jefe del
Estado Mayor de la Luftwaffe en 1944 y durante la batalla que narra
Jefe de Operaciones de la Luftflotte
III.
- La Batalla de Moscú
tiene por autor al general Gunther Blumentritt, jefe del Estado mayor
del mariscal Von Rundstedt, comandante en jefe del Grupo de Ejércitos
Sur alemán durante la operación Barbarroja.
- La Batalla del Alamein
es analizada por el teniente general Fritz Bayerlein, que participó
en la batalla como jefe del Estado Mayor del mariscal Rommel.
- La Batalla de
Stalingrado corresponde al coronel general Kurt Zeitler, jefe del
Estado Mayor alemán desde septiembre de 1942 hasta julio de 1944 y
por lo tanto en el cargo durante la batalla analizada.
- La Batalla de Normandia
es obra del teniente general Bodo Zimmerman, jefe de operaciones del
Ejército alemán en el Frente Occidental en junio de 1944.
- La Batalla de las
Ardenas está tratada por el general Von Manteuffel, comandante del
Quinto Ejército Panzer durante la batalla.
- El hombre encargado de
la introducción y de análisis posterior de cada batalla es el
general de caballeria Siegfried Westphal, oficial de Estado Mayor que
sirvió bajo las ordenes de nombres tan ilustres como Rommel,
Kesselring y von Rundstedt.
Portada del libro |
Presentados los autores
vayamos al libro en si.
Describir hechos tan
conocidos como las batallas nombradas de manera novedosa no es fácil,
y más si lo vemos desde el punto de vista actual . Si se escribe
sobre ellas no mucho después de acabada la contienda la cosa se
complica por no tener acceso los escritores a los documentos que
están hoy colgados en foros, pagina web o disponibles en archivos y
bibliotecas y que ayudarían a darle más interés o eliminar errores
de información. Siendo, además, distintos los autores es normal que
la descripción de cada batalla tenga su propio estilo, resultando,
para mi al menos, muy interesantes los capítulos de Stalingrado (por
desconocer las luchas de Zeitler con Hitler respecto a la sitiada
ciudad), el del Alamein (por la gracilidad de Bayerlein a la hora de
describir los hechos), pero el que más, casi sin duda alguna, el
dedicado a las Ardenas narrado por von Manteuffel (no sólo por la
amenidad del relato sino por los datos sobre la preparación de la
ofensiva y su alternativa, la denominada “Pequeña solución”,
los preparativos para ella, los problemas de suministros en ese
momento de la guerra...aunque von Manteuffel carga duramente contra
el 6.PzAr de las SS, su creación, sus mandos intermedios, su estado
mayor, sus planes de batalla...). También me parece erronea su
teoría de que aún el día 24 la ofensiva todavía podía tener
éxito si se concentraban todos los recursos disponibles en apoyar el
eje de ataque de la 2º PzDv, la punta de lanza de su 5ºPzAr.
Manteuffel ignoraba la cantidad de tropas que estaban convergiendo
desde el sur y que los cruces del Mosa estaban ya guarnecidos en
cantidad.
Por contra el capitulo
dedicado a Moscú me ha resultado aburrido y el de la Batalla de
Inglaterra apenas poco más interesante.
Más hallá del estilo o
lo que se cuenta el principal interés del libro es quién lo cuenta.
La descripción de las batallas por hombres que estaban encargados de
tomar decisiones, con más o menos responsabilidad, durante ellas
resulta novedoso al permitirnos analizar los motivos y razones que
los llevaron a ellas, o a ser testigos directos de los hechos que las
propiciaron. Pero hay que ser cuidadoso con esto, puesto que los
autores pueden autojustificarse o colar datos que tengan doble
lecturas. Un ejemplo sobre esto es este fragmento de la obra que
encontramos en la pag 128:
“Mientras tanto, los
aprovisionamientos que nos llegan a través del Mediterráneo fueron
disminuyendo hasta un promedio de 6.000 T mensuales, lo que equivalía
a un quinto de nuestras necesidades normales. Las tres cuartas partes
de los barcos empleados en esta misión fueron hundidos por la RAF y
la marina inglesa. Por tanto, nos era imposible acumular depósitos
para la futura batalla decisiva
….
Malta recobró su
importancia como base para atacar a los convoyes entre Italia y el
norte de África, pues la mayor parte de los transportes iban de
Sicilia a Benghasi, principal puerto de descarga de los
aprovisionamientos de las fuerzas germano-italianas”
Esta cita del libro
corresponde, cómo muchos lectores habrán intuido, al momento en el
que el ejército del eje se detiene ante El-Alamein. Bayerlein afirma
que llegaban un promedio de 6.000 T mensuales. Comparemos con estos
otros datos (2):
Los datos son (tonelaje
enviado - tonelaje recibido - porcentaje perdido):
-Junio-1942: 41.519- 32.327 (5.568 combustible)(22%)
-Julio-1942: 97.794- 91.491 (23.901 combustible)(6%)
-Agosto-1942: 77.134- 51.655 (22.500 combustible)(33%)
-Septiembre-1942: 96.903- 77.526 (31.061 combustible)(22%)
-Octubre-1942: 83.695- 46.698 (12.308 combustible)(44%)
-Junio-1942: 41.519- 32.327 (5.568 combustible)(22%)
-Julio-1942: 97.794- 91.491 (23.901 combustible)(6%)
-Agosto-1942: 77.134- 51.655 (22.500 combustible)(33%)
-Septiembre-1942: 96.903- 77.526 (31.061 combustible)(22%)
-Octubre-1942: 83.695- 46.698 (12.308 combustible)(44%)
Vemos cómo lo de las
6.000 T mensuales que nombra Bayerlein está lejos de la realidad así
como la afirmación de que se hundieron las ¾ partes de los
transportes cuando no se llegó a la mitad en ninguna mensualidad.
Con esto no pretendo
acusar a Bayerlein de mentir o nada por el estilo, sólo digo que
esta obra, cómo cualquier obra que sea autobiográfica, hay que
leerla con mucho cuidado e intentando ser lo más crítico posible
desconfiando de lo que se dice, especialmente cuando el autor esté
exculpandose o echando balones fuera.
Los mapas escasos y dejando mucho que desear |
Otro breve ejemplo lo
encontramos nada más comenzar la narración de Stalingrado, a cargo
de Zeitler, pag 161:
“Las principales
intenciones de Hitler para la ofensiva de verano de 1942 eran la
conquista de Stalingrado y el Caucaso”
Nada más lejos de la
realidad de que uno de los principales objetivos de Blau fuera
Stalingrado (3):
“Primero, por
tanto, todas las fuerzas disponibles serán concentradas en las
principales operaciones del sector Meridional,
con el objetivo de destruir al enemigo ante el Don, para
asegurar los campos petrolíferos del Cáucaso y los pasos a través
de las mismas montañas del Cáucaso”
Cómo vemos aquí,
traducción de parte de la Directiva Nº41 realizada por el forista
Jose Luis del Foro Segunda Guerra Mundial, la ciudad de Stalingrado
no aparece marcado entre los objetivos principales de la ofensiva en
su planteamiento principal.
Afirmaciones como estas,
demasiado ligeras por así decirlo, se hacen constantemente a lo
largo del libro. Me reafirmo en decir que no pretendo catalogar a los
hombres que realizan tales afirmaciones como mentirosos, pero el paso
del tiempo ha ido haciendo que estas afirmaciones hayan ido quedando
poco a poco desnudas merced de nuevos estudios, indagaciones o
documentaciones que han dado más luz a la contienda.
Respecto al libro en si
¿cómo es? Bueno, se nos presentan 342 paginas en tapa blanda, sin
fotografías y con apenas uno o dos mapas por capitulo, que además
no resultan ser muy buenos al ser muy genéricos y no describirse los
movimientos de tropas. El libro no cuenta con anexos, bibliografía u
otros extras. Se aprecian algunos errores de traducción
(particularmente llamativo el de la “División acorazada de
demostración”)y de ortografía y frases carentes de sentidos
aunque no llega a los niveles de Tempus.
El índice |
Calidad del material:
6
Información: 7
Novelización:
variable, un 6 de media.
Material gráfico:
3
Imparcialidad: 2
Extras:
0
Nota
personal:
4
Mi opinión general sobre
el libro es negativa, hacía tiempo que no quedaba tan desilusionado
con la lectura de un libro. Se trata, como hemos visto, de un repaso
por algunas de las principales batallas de la contienda narradas por
sus ilustres participantes germanos. Esto, que es la principal
ventaja del libro, se convierte también en un tremendo punto
negativo al encontrarnos tópicos y visiones sesgadas de manera
constante y reiterativa. Si se quiere sacar provecho de la narración
de los combates este libro debe leerse acompañado de algún otro que
trate más objetivamente cada batalla.
Saludos
(1) Para saber más sobre la toma de
las decisiones en el Alto Mando germano que tuvieron lugar tras el
cerco soviético recomiendo este tema:
(2) La Marina Italiana nella seconda
guerra mondiale, Vol. I, Dati Statistici (USMM, Rome, 1950–72),
citado en Douglas Austin, Malta and British Strategy Policy
1925-1943 (Routledge Taylor & Francis e-Library, 2005), pp.
144, 154.
(3) Para ampliar información al
respecto:
Fuentes y enlaces de interés
Varios, introducción de Westphal,
Siegfried “Batallas decisivas de la Segunda Guerra Mundial”
Editorial Malabar abril 2007