viernes, 26 de abril de 2013

El U-123 en la coste este :primer asalto II

¡Hola!

Segunda parte de las operaciones del U-123 en las aguas norteamericanas. Espero les guste:


El U-123 en la coste este :primer asalto II

Hardegen tenía asignado dentro la zona de operaciones el área de Nueva York, una ciudad que conocía ya que la había visitado siendo cadete de la marina.

De camino a la ciudad de los rascacielos Doenitz ordenó al U-123 dirigirse a hundir un vapor griego que iba a la deriva pero la comunicación fue interceptada , como lo eran casi todas en esta época vaya, y 2 destructores fueron enviados a cazar al U-123 que se escapo gracias a la niebla reinante. Hardegen decidió que era demasiado arriesgado y que Nueva York proporcionaría más blancos asi es que dejo aquel blanco ,a su pesar, de lado.

Doenitz había ordenado claramente que la operación Drumbeat (redoble de tambor) fuera una sorpresa por que los U-boats no tenían permiso para atacar blancos salvos que fueran muy suculentos. Este fue el caso del mercante británico Cyclops (de 9.076 T) hundido con 2 torpedos. 


El mercante Británico Cyclops, la primera victima en la costa este.
 
Finalmente el 14 de enero todos los submarinos estaban en posición y Doenitz dio vía libre a sus lobos. Hardegen no tardo en anotarse otro blanco, el petrolero Norness (de 9.577 T) antes de acercarse peligrosamente a la ciudad de Nueva York. Veamos como nos lo cuenta el protagonista:

"No estaban en absoluto preparados. Supuse que encontraría una costa a oscuras después de todo, estaban en guerra. Hallé una costa totalmente iluminada . En Coney Island había una enorme noria y tiovivos, podía verlo todo . Los buques navegaban con las luces encendidas. Los buques faro y las luces del Sandy Hook y del Ambrose brillaban con todo su esplendor. Para mí aquello era incomprensible.

Sólo se veía nuestra torre , y ¿que pescador podría reconocer la torre de un submarino alemán? Vi los barcos de los prácticos, remolcadores y barcazas de pesca. Seguramente pensaron que éramos una especie de lancha motora. Yo había inundado los tanques delanteros por que las aguas no eran profundas por lo tanto si quedábamos encallados podía liberar el agua y liberarnos. Recorrimos la costa de Long Island y al fondo el cielo brillaba. Pude ver el resplandor de Nueva York en las nubes."

El 15 le tocó turno al también petrolero Coimbra ( de 6.678 T) cuya tripulación perdió 36 miembros a causa de un torpedo. Pero la caza mayor estaba por llegar...



Fuentes y enlaces de interés
Williams, Andrew “La batalla el Atlántico” Memoria crítica 2004

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