lunes, 15 de diciembre de 2014

Abastecimiento de carburante II

¡Hola!

Continuó con las memorias de Raeder y la parte en la que explica como intentó la Kriegsmarine almacenar reservas de combustible.

Abastecimiento de carburante II

Todo lo concerniente al aprovisinamiento de petróleo corría de cuenta de un funcionario ministerial, que personalmente había conocido en sus viajes casi todos los yacimientos del mundo y que contaba con excelentes relaciones en el país y en el extranjero. Era, pues, el consejero ministerial Dr. Fetzer , uno de mis principales colaboradores ,y en los primeros años del resurgimiento naval tuve neceisdad de deliberar con frecuencia con él. Desde su puesto colaboró este alto funcionario con celo y eficacia excepcionales en pro de la Marina, sin que entre nosotros surgiese nunca discrepancia , salvo cuando me expuso su deseo de tomar parte en una expedición al Himalaya, como señalada figura que era del alpinismo. No tuve más remedio entonces que rehusarle el permiso, en consideración a los imprescindibles servicios que prestaba.

Una parte de nuestras necesidades de carburante fué cubierta con el petróleo combustible extraído del lignito. Para ello acudimos al expediente de financiación indirecta de las minas de lignito de la Alemania central, cerrando con ellas contratos de consumo de la producción durante largos periodos.

Quedaba por resolver la cuestión de extraer también de los lignitos el carburante apto para los motores Diésel, problema que resultó insoluble. Para conseguir el necesario ,tuvimos que apelar a un artificio mercantil consistente en lo siguiente: puesto que el petróleo combustible que en la cuenca del Ruhr obteníamos de la hulla no era por el momento aprovechable para las necesidades directas de la Marina resolvimos utilizarlo indirectamente. Lo adquirimos y se lo vendimos a importadores estadounidenses como petróleo impermeabilizante y el producto de su venta, en dolares, nos era abonado en cuenta en los bancos extranjeros. Mediante este crédito de la exclusiva disposición de la Marina alemana adquiríamos luego nafta en el extranjero ,resultando un promedio de cuatro toneladas de este carburante a cambio de una de petróleo de brea alemán. El saldo de divisas que de esta suerte habíamos logrado situar en los países neutrales nos ha prestado inapreciables servicios luego durante la guerra.

Muy poco antes de la ruptura de hostilidades de la segunda guerra se llegaba, por fin, a dar con un procedimiento que ya permitía obtener del petróleo del carbón de hulla un producto utilizable por la Marina. Entonces nos aseguramos mediante contratos con las firmas de abastecedores y especialmente con la Verkaufsvereinigun fur Teererzeugnisse de Essen y con las refinerías de carbón de Schaffgottschen Werke de Cleiwit, suministros regulares y constantes de petróleo combustible de hulla.



Según nos cuenta Raeder ya se ha resuelto uno de los problemas que tenía la Kriegsmarine , el de suministrar a los motores diésel, pero veremos en la próxima entrega como surgían otros problemas.


Fuentes y enlaces de interés
Raeder, Erich “Mi vida” Editorial Luis de Caralt 1958 pag 243 y 244

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