martes, 9 de diciembre de 2014

Abastecimiento de carburante I

¡Hola!

A continuación voy a dejar un capitulo de las memorias del Almirante Raeder que me parece muy interesante: las preocupaciones de la Kriegsmarine por asegurarse una buena cantidad de combustible de reserva para un posible conflicto:

Abastecimiento de carburante

En los años que siguieron inmediatamente a la Primera Guerra no había dificultad alguna en procurarles a las unidades de combate y a los transportes navales los carburantes indispensables para mantenerlos en servicio. Los complejos industriales en donde sufría su proceso de transformación el lignito alemán , producían el carburante necesario para cubrir esas necesidades. Algunos suplementos de combustible para motores Diésel y para atender al gasto de los cruceros por el extranjero nos los procurábamos mediante compra a las compañías petrolíferas nacionales o extranjeras.

Pero desde 1934 aproximadamente, empezaron a dejarse sentir dificultades cada vez mayores en el abastecimiento de combustible a las fuerzas navales. La razón estaban en parte, en que navíos y transportes habían experimentado un fuerte incremento numérico, además de que también el tonelaje de las respectivas unidades era superior al de antes. El programa de nuevas construcciones hacía suponer que el consumo de petróleo combustible y aceite pesado habría de multiplicarse, y esto en circunstancias en que el control de divisas, introducido en el año 1931, dificultaba sobremanera las transacciones. Porque a partir de 1934 , los servicios de divisas ya no concedieron a la Marina los medios necesarios para la adquisición de petróleo.

Durante la decada de los 30 la Kriegsmarine aumentó rápidamente su número de buques

Huelga recordar que una armada nunca podría responder en una guerra a la misión que se le ha confiado sin disponer previamente de las reservas de carburante indispensable a su movilidad. La carencia o escasez de combustible restringe, en efecto, las posibilidades operativas y, por lo tanto, la libertad de decisión del mando.

Pero aun sin recurrir a la hipótesis bélica, tenemos que, también en periodos de paz , se requiere una adecuada dotación de combustible para la práctica de los ejercicios de instrucción y maniobras. Una flota incapacitada para navegar se enmohece y decae en la paz y nada puede hacer en la guerra, por la sencilla razón de que las armas ofensivas navales, minas ,torpedos y artillería ,dejan de ser tales en cuanto no haya manera de llevarlas hasta el enemigo.

Por eso consideramos de importancia primordial asegurar un suministro normal de carburantes en cuanto nos dispusimos a la restauración de los servicios navales. La formación de las adecuadas reservas de petroleo combustible y de aceite pesado constituían una pesadilla para mi en los años del renacimiento de la escuadra. Cualquiera que fuese, en efecto, el conflicto que uno bélico se imaginase había que contar que durante una guerra o no se podría traer el extranjero petroleo alguno , o sólo se conseguiría en forma precaria y venciendo dificultades enormes.

En consecuencia obligada de esta situación y de las presumibles dificultades, nos veíamos sin otra solución aceptable que la de fomentar y apoyar con todas nuestras fuerzas la posibilidad de producir carburantes en el país asegurándonos en dicha producción el suministro de las cantidades que nos eran indispensables .en los que no fue de la mayor utilidad la colaboración de Deutsche Erdol A.G. Entre otras entidades menos señaladas. Tuvimos, además, que hacer todo lo posible por adquirir también petroleo en el extranjero y asegurarnos de que en trance de guerra no iba a faltarnos algún procedimiento para dotar a nuestras fuerzas de el en los puertos neutrales. En todo caso se hacía indispensable hacer acopia de razonables cantidades de combustible y mantenerlas en reserva.

Continuará....

Fuentes y enlaces de interés
Raeder, Erich “Mi vida” Editorial Luis de Caralt 1958 pag 242 y 243

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