¡Hola!
A continuación voy a
dejar un capitulo de las memorias del Almirante Raeder que me parece
muy interesante: las preocupaciones de la Kriegsmarine por asegurarse
una buena cantidad de combustible de reserva para un posible
conflicto:
Abastecimiento de
carburante
En los años que
siguieron inmediatamente a la Primera Guerra no había dificultad
alguna en procurarles a las unidades de combate y a los transportes
navales los carburantes indispensables para mantenerlos en servicio.
Los complejos industriales en donde sufría su proceso de
transformación el lignito alemán , producían el carburante
necesario para cubrir esas necesidades. Algunos suplementos de
combustible para motores Diésel y para atender al gasto de los
cruceros por el extranjero nos los procurábamos mediante compra a
las compañías petrolíferas nacionales o extranjeras.
Pero desde 1934
aproximadamente, empezaron a dejarse sentir dificultades cada vez
mayores en el abastecimiento de combustible a las fuerzas navales. La
razón estaban en parte, en que navíos y transportes habían
experimentado un fuerte incremento numérico, además de que también
el tonelaje de las respectivas unidades era superior al de antes. El
programa de nuevas construcciones hacía suponer que el consumo de
petróleo combustible y aceite pesado habría de multiplicarse, y
esto en circunstancias en que el control de divisas, introducido en
el año 1931, dificultaba sobremanera las transacciones. Porque a
partir de 1934 , los servicios de divisas ya no concedieron a la
Marina los medios necesarios para la adquisición de petróleo.
Durante la decada de los 30 la Kriegsmarine aumentó rápidamente su número de buques |
Huelga recordar que una
armada nunca podría responder en una guerra a la misión que se le
ha confiado sin disponer previamente de las reservas de carburante
indispensable a su movilidad. La carencia o escasez de combustible
restringe, en efecto, las posibilidades operativas y, por lo tanto,
la libertad de decisión del mando.
Pero aun sin recurrir a
la hipótesis bélica, tenemos que, también en periodos de paz , se
requiere una adecuada dotación de combustible para la práctica de
los ejercicios de instrucción y maniobras. Una flota incapacitada
para navegar se enmohece y decae en la paz y nada puede hacer en la
guerra, por la sencilla razón de que las armas ofensivas navales,
minas ,torpedos y artillería ,dejan de ser tales en cuanto no haya
manera de llevarlas hasta el enemigo.
Por eso consideramos de
importancia primordial asegurar un suministro normal de carburantes
en cuanto nos dispusimos a la restauración de los servicios navales.
La formación de las adecuadas reservas de petroleo combustible y de
aceite pesado constituían una pesadilla para mi en los años del
renacimiento de la escuadra. Cualquiera que fuese, en efecto, el
conflicto que uno bélico se imaginase había que contar que durante
una guerra o no se podría traer el extranjero petroleo alguno , o
sólo se conseguiría en forma precaria y venciendo dificultades
enormes.
En consecuencia obligada
de esta situación y de las presumibles dificultades, nos veíamos
sin otra solución aceptable que la de fomentar y apoyar con todas
nuestras fuerzas la posibilidad de producir carburantes en el país
asegurándonos en dicha producción el suministro de las cantidades
que nos eran indispensables .en los que no fue de la mayor utilidad
la colaboración de Deutsche Erdol A.G. Entre otras entidades
menos señaladas. Tuvimos, además, que hacer todo lo posible por
adquirir también petroleo en el extranjero y asegurarnos de que en
trance de guerra no iba a faltarnos algún procedimiento para dotar a
nuestras fuerzas de el en los puertos neutrales. En todo caso se
hacía indispensable hacer acopia de razonables cantidades de
combustible y mantenerlas en reserva.
Continuará....
Fuentes y enlaces de interés
Raeder, Erich “Mi vida” Editorial Luis de Caralt 1958 pag
242 y 243
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