¡Hola!
La última entrada , con “chicha”, del año también será el
final del tema del carburante tal y como la cuenta Raeder en sus
memorias. Vamos al lio:
Abastecimiento de
carburante IV
Luego que quedó desechada la adquisición de concesiones
petrolíferas en el extranjero a favor de Alemania y que las medidas
del Plan cuatrienal se revelaron impotentes para cubrir las
necesidades de l Marina, no nos restaba otra posibilidad que la de
tratar del suministro del petroleo combustible y de carburantes para
motores Diésel con aquellos grupos petroleros que se mostrasen
dispuestos a admitir el pago en marcos o productos alemanes. Y
obtuvimos, en efecto, mediante contrato ambos carburantes para
motores Diésel de los Estados Unidos, de la Unión Soviética, de
Rumanía y, en cantidades mayores, de Méjico. Como también nos
permitieron estos contratos repostar de carburante nuestros cruceros
en los puertos transatlánticos que tocaban en sus viajes al
extranjero, sin necesidad de pagar en divisas.
El transporte a Alemania del petroleo adquirido en el extranjero
corrió en su mayor parte de cuenta de la naviera Essberger de
Hamburgo. El fundador de esta compañía de tanques petroleros, J.T.
Essberger, había acertado a prever antes que nadie la importancia
industrial que algún día iba a tener una flota autónoma de tanques
navegando bajo pabellón alemán.
En virtud de adquisiciones aconsejadas por la previsión ,contaba la
Marina a fines de 1939 con unas 650.000 T de carburante para motores
Diésel y 350.000 de petroleo combustible ,almacenadas en su mayor
parte en depósitos subterráneos. Estas ingentes cantidades de
petroleo mantenidas en reserva hubieran bastado para atender sin
restricciones las necesidades de la guerra naval durante algunos
años, si se les sumaban los suministros de la producción nacional
corriente de petroleo combustible obtenido de la hulla y de los
lignitos.
La preferencia que se le dió a la reserva de carburante para motores
Diésel sobre la de petroleo combustible , se explica por la
consideración de que en caso de un bloqueo de Alemania , siempre
seguiría disponiendo la Armada de limitadas existencias de este
último ,procedente del refinado de los carbones nacionales, mientras
que para motores Diésel no podría, por motivos técnicos, contar
con un combustible adecuado. Y para que se vea lo escaso que ya al
comienzo de la guerra andava la industria alemana en general del
aceite pesado Diésel, bastará recordar que en el año 1940 ,antes
de iniciarse la ofensiva occidental, le fueron mermadas a la Marina
300.000 toneladas de carburante Diésel para atenciones del ejército
y 30.000 para labores agrícolas de siembra, a pesar de mi rotunda
discrepancia. Para más acentuar luego esta deficiencia , al entrar
en guerra Italia tuvimos también que abastecer a la nueva Armada
aliada de carburante, cerrando los ojos ante las propias necesidades.
Dentro de ciertos limites, todavía al comienzo de la guerra era
posible hacer llegar petroleo del extranjero. Mientras los Estados
Unidos se mantuvieron fuera de la beligerancia , aún podían los
barcos que hacían la guerra en corso repostar de carburante ,
valiéndose para ello de la cuenta abierta que en divisas teníamos
en los países neutrales. Sobre todo las islas Canarias y Méjico han
jugado en esto un papel importante.
Pero al fin vinieron el sistema de navy-certs (¿?) y el
bloqueo enemigo a cortar toda importación de petroleo de ultramar y
a dejar nuestros barcos sin la menor posibilidad de repostar en
puertos neutrales. En cambio, durante toda la guerra pudimos mantener
sin tropiezos la importación del petroleo de esquistos bituminosos
de Estonia. El petroleo combustible de la producción bruta de
Austria y Rumanía solo lo recibía la Armada en cantidades muy
limitadas, al paso que los suministros de petroleo en bruto de Rusia
a las fuerzas navales jamas pasaron de promesa, a pesar de la campaña
contra la Unión Soviética.
Ademas de disponer de depósitos en tierra para almacenaje del
petroleo adquirido a fines de reserva contábamos antes de la guerra
con toda una seria de tanques petroleros exclusivamente destinados al
transporte marítima de la Armada y especialmente construidos para
ello. Un tipo de los más eficaces entre estos los constituían los
barcos aprovisionamiento (1) proyectados por nuestro servicio de
construcciones navales que luego habían de adquirir gran importancia
en la guerra. Las primeras unidades de esta clase entraban en
servicio en los años 1937-38 .Aparte de su capacidad de carga de
hasta 12.000 toneladas-de carburantes, sobre todo, aunque también
admitían provisiones de otras clases-desarrollaban una velocidad de
21 nudos y contaban con autonomía para un largo recorrido.
En el vasto y difícil dominio del abastecimiento de la flota en
materia de carburantes, militares y funcionarios -entre los primeros
,los oficiales de ingenieros y personal de máquinas, sobre todo- han
colaborado con honesta objetividad. El resultado visible de su
actuación lo tenemos en el subsiguiente éxito de la formación de
reservas de carburantes y en el seguro abastecimiento de las
distintas unidades navales de combate en todos los escenarios de la
lucha.
Hasta aquí llega el capitulo que Raeder le dedica al tema del
carburante. Cuando lo leí me pareció muy interesante al constatar
que los problemas con el combustible se advertían en la Marina mucho
antes del estallido de la guerra. Los movimientos en post de
conseguir concesiones y contratos foráneos también me han parecido
de lo más interesante y revelador. O como para la campaña de
Francia y Benelux el Ejército le “birló” a la Marina la mitad
de sus reservas de Diésel, o sea 300.000 T de este material. Y otras
30.000 para la siembra.
Sin más espero les haya resultado tan interesante como a mi.
Saludos
(1) De estos magníficos buques ya hablamos hace mucho tiempo:
Fuentes
y enlaces de interés
Raeder, Erich “Mi vida” Editorial Luis de Caralt 1958 pag
246 a 248
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