Bienvenidos al blog La Kriegsmarine en castellano

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Bienvenidos a todos a este blog en el que pretendo traer poco a poco la historia de los buques de superficie alemanes en la Segunda Guerra Mundial. No dejare de lado la historia de los U-boote pero estos serán lo menos ,al menos por ahora.

Desde mi modesto punto de vista de aficionado intentare traer artículos que toquen todos los puntos posibles: Técnica, historias menores, las grandes operaciones, a los propios buques, fotos y videos... Todo ello usando las fuentes que están colgadas,o lo estarán,en el blog.

Cualquier comentario,critica u opinión sera bienvenida.

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sábado, 27 de junio de 2015

Destructores alemanes en Narvik IV por Miguel Fiz Cobos

¡Hola!



Vamos con la siguiente parte de los destructores alemanes en Narvik, artículo escrito por MiguelFiz del foro el Gran Capitán:



Como nace un tonto cada minuto… con lo que siempre habrá plazas para almirantazgo ingles

Siguiendo con esta narrativa. Los buques alemanes en dirección a Narvik y Trondheim continuaron su viaje al norte luego del molesto incidente con el infortunado Glowworm. A las 1450 del día 8 el Hipper y los cuatro destructores que debían acompañarle fueron detectados por un hidro Sunderland del escuadrón 204 de la RAF, el avión reportó haber divisado “…2 cruceros y 2 destructores… al noroeste de Trondheim y viajando hacia el oeste…”. Aunque el hidro se intento ocultar en las nubes, que no estaban a mucha altura debido al clima glacial, nuevamente el radar del crucero germano permitió centrar al intruso, dañándole y obligándole a retornar a su base (los alemanes reclamarían haberle derribado). La detección de hecho jugo a favor de los alemanes, un intento ese mismo día de parte de un hidro del Renown por localizar a los buques alemanes en el área fallo estrepitosamente pues el clima volvió a ponerse difícil por la tarde.

Aquí debo hacer un pequeño alto y explicar el porqué ese avistamiento, así como los anteriores, de hecho jugaron a favor del plan alemán, recordando que el objetivo clave era adelantarse a los aliados en cuanto a tener posesión de Noruega, con todas las ventajas que ello conllevaba, ya sea en cuanto al trafico de mineral de hierro, sin olvidar que se repite a veces a guisa de mantra hindu que Narvik era importantísimo por el trafico naval de Suecia a Alemania, pero resulta que el trafico mercante que partía de Narvik hacia Inglaterra también era de mucha importancia. [1]

Así pues, vamos a revisar el plan alemán, a nivel estratégico primero y luego a nivel táctico, a fin de cimentar una de las tesis principales de esta serie de artículos, según la cual, en verdad el plan alemán, a pesar de haberse realizado con gran premura, era básicamente correcto y la perdida de los destructores alemanes en Narvik se debió a una serie de contingencias y eventos fortuitos que quedan muy lejos de la sencillas explicaciones mono causales tan socorrida por algunos analistas consuetudinariamente holgazanes a la hora de revisar los hechos.

Si uno revisa el mapa de Noruega, vera que es relativamente fácil alcanzar desde Alemania con una flota invasora las zonas de Oslo, Kristiansand, Stavanger e incluso Bergen (a entre 400 a 600 kilómetros), en un lapso de aproximadamente un día con mal tiempo. Pero ya las distancias para alcanzar por ejemplo Trondheim se duplican, y para llegar a Narvik, supuestamente “la joya de la corona”, el asunto se triplica. Mas aun, mientras que en el caso de las localidades citadas inicialmente se podía contar con el apoyo aéreo, tanto en cuanto a transporte como en cuanto a unidades antibuque, cualquier flota que quisiese llegar mas al norte tendría que vérselas sola, sin ayuda de la aviación.

Así pues, dado que al primer aviso una invasión alemana a Noruega haría que la Gran Bretaña dispusiese su flota para contrarrestar esa acción, se debía buscar la manera de que la invasión misma fuese disfrazada tanto como fuese posible. Ya hemos mencionado que, al contrario de estereotipos posteriores, la inteligencia naval alemana estaba sumamente adelantada en cuanto a monitorear intenciones y caminos de acción por parte de su enemigo, y que correctamente el B-Dienst indicaba que aun a principios de abril de 1940 la principal preocupación de las autoridades británicas estaba centradas en que las unidades pesadas alemanas rompiesen el bloqueo y llegasen al Atlántico, dejando muy debajo de la lista de prioridades la posibilidad de que Alemania ocupase Noruega. [2]

Con esos datos en la mano, fue relativamente sencillo planificar un esquema en el cual, participasen las unidades pesadas de la marina alemana sirviendo tanto como señuelo, como para transporte y escolta lejana. En un primer paso, el Scharnhorst, el Gneseinau y el Admiral Hipper partirían acompañados de destructores, dando la imagen de que se trataba de un movimiento de ruptura de bloqueo con dirección al Atlántico. Cuando esta flota llegase a la altura de Trondheim, el Hipper, con 4 destructores, todos llevando tropas, viraría al oeste y daría algunas vueltas literalmente mientras los dos Schlachtschiff junto con otros 10 destructores que servían como transportes rápidos, seguirían al norte, Rumbo a Narvik.

Una vez que el grupo de Narvik hubiese llegado al área del Fiordo, los Schlachtschiff se separarían de los destructores y viajarían hacia el noroeste, simulando ir en dirección al Atlántico, “jalando” literalmente a todos los buques británicos que hubiesen partido a la zona en caso de haber sido detectados. El B-Dienst calculo acertadamente que la atención que cualquier unidad menor hubiese causado seria aplacada, concentrándose el almirantazgo ingles en perseguir a los buques grandes, pues “seria obvio” que las unidades del tipo destructor y crucero estarían regresando a Alemania luego de una labor simplemente de escolta. Claro que en realidad los destructores y el Hipper donde desarrollarían su doble misión de desembarcar a los cazadores y “aplacar” cualquier tipo de oposición, tanto en Trondheim como en Narvik. Los demás grupos, debiendo recorrer una distancia mas corta, partirían de sus bases en Alemania en la tarde del día anterior a la invasión, tomando por sorpresa a los noruegos y por supuesto a los británicos, un muy hábil manejo del clima permitiría que los grupos enviándoos a Narvik y Trondheim no pudiesen ser divisados con facilidad, con lo que la idea de que habia una ruptura hacia el Atlántico se vería reforzada. 





A nivel estratégico, se trato de una planificación brillantísima, algo que generalmente se soslaya cuando se trata la campaña. En la siguiente entrega analizaremos los detalles a nivel táctico del grupo de Narvik, donde veremos que desgraciadamente las cosas dejaron mucho que desear.

[1] Recomiendo revisar “Hitler's Northern War: The Luftwaffe's Ill-Fated Campaign, 1940-1945”, de Adam R. A. Claasen, donde en la introducción al asunto se menciona con gran claridad lo referente al trafico de mercancías aliado por Narvik.

[2] Revisar “Very Special intelligence”, de Patrick Beesly, el autor deja en claro como los alemanes les aventajaron en cuanto a análisis de intenciones, el trabajo de inteligencia no solo es recabar información, sino también concentrarla, analizarla y emplearla para los fines propios y en contra del adversario, algo que al parecer el almirantazgo británico había olvidado y debió “reaprender”.


martes, 16 de diciembre de 2014

Encuesta III ¿Que hubierais hecho con los grandes buques de la Kriegsmarine?

¡Hola!

Vamos con la tercera encuesta del blog.

Encuesta III ¿Que hubierais hecho con los grandes buques de la Kriegsmarine?

Es un debate común en los foros el desempeño de los grandes buques de la Kriegsmarine. Aunque tuvieron algunas escapadas muy provechosas (Berlín, la segunda salida del Hipper (1) o la incursión del Admiral Scheer) varios terminaron hundidos siendo el coste directo de sus hundimientos muy inferior al de sus victimas. Los costes indirectos fueron más provechosos pero también más difíciles de valorar. ¿Qué hubieran hecho los lectores en caso de estar al mando de la Kriegsmarine?

- Utilizar los buques como corsarios oceánicos.
- Utilizar los buques como corsarios cercanos.
- Utilizarlos como “flota en potencia” en Noruega/Francia.
- Mandarlos al Báltico.
- Dedicar sus recursos a la construcción de más sumergibles.


Vamos a explicar un poco más las opciones:

- Utilizar los buques como corsarios oceánicos: esta sería la opción histórica, es decir, mandar los buques a operar lejos de Alemania para intentar dislocar el tráfico mercante aliado y desperdigar sus grandes buques en amplias zonas por todos los océanos. Estas operaciones requerian dispositivos especiales para poder repostar a los buques lejos de casa y la perdida casi segura de los corsarios en caso de daños que comprometiesen su movilidad, aunque fueran temporales o leves.

- Utilizar los buques como corsarios cercanos: parecida a la anterior se buscaría no exponer tanto los buques en caso de averiás o daños en combate y que actuasen cerca de bases propias con apoyo aéreo .La principal zona de operaciones podría ser el Ártico desde Noruega para interceptar los convoyes a la URSS y otra secundaria la zona de las Azores desde Francia para atacar los convoyes hacía Gran Bretaña. Los objetivos a atacar serían convoyes puntuales de los que se tuviera alguna información más o menos clara, ya fuera por reconocimientos aéreos, espionaje o el B-dienst(2).

- Utilizarlos como “flota en potencia” en Noruega/Francia: se buscaría con esta opción forzar a las marinas aliadas a mantener acorazados y cruceros pesados operando como escolta cercana ante la posibilidad de ataques concretos sin que pudieran desplegarlos en otros teatros de operaciones , Mediterráneo y Pacífico principalmente. No obstante esta opción, a diferencia de la otra, conllevaría no sacar los buques para no arriesgarlos. Si, por ejemplo ,se hubiera concentrado en algún momento de la contienda una hipotética Kriegsmarine sin bajas en Noruega se podrían haber llegado a reunir 4 acorazados (2 clase Bismarck + clase Scharnhorst), 6 cruceros pesados (3 clase Hipper + 3 acorazados de bolsillo) y numerosos cruceros ligeros y destructores. Lógicamente hubiera sido muy raro, por no decir utópico, que todos los buques alemanes importantes hubieran llegado ilesos a 1942 pero, aunque se disminuyese la flota anteriormente citada por alguna baja, la cantidad de unidades aliadas que hubieran sido necesarias para escoltar los convoyes ,aunque los buques alemanes no tuviesen intención de salir, hubiera sido enorme. El principal riesgo para los buques serían ataques aéreos contra los fondeaderos en los fiordos noruegos (3) para lo que se tendrían que habilitar zonas con buena cobertura AA y de caza

- Mandarlos al Báltico: una vez que estalle la guerra los buques se mandarían al Báltico para no arriesgarlos lo más mínimo. Esta opción sería una especie de flota en potencia light pero que, a la vez, alejaría los buques de los bombardeos aliados. Con el devenir de la guerra los buques podrían haber sido muy útiles para el ataque a la URSS.

- Dedicar sus recursos a la construcción de más sumergibles: esta opción podría ser complementaria con la anterior, en parte. En cuanto estallase la guerra, y en vista de que el Plan Z no podrá ser completado y se tardará bastante en tener los nuevos acorazados disponibles (Bismarck y Tirpitz más Prinz Eugen),se decide cancelar su construcción para dedicar todos los recursos posibles a la construcción de sumergibles, en vista de que estos serán a partir de ahora la principal arma contra Gran Bretaña. Esto le daría a los astilleros cientos de obreros y especialistas para construir más sumergibles a la vez que despejaría de trabajo a los astilleros y sus gradas y muelles de construcción.

Bien, estas serían las opciones que se me han ocurrido para hacer con los grandes buques germanos ¿qué hubieran hecho ustedes?

En pocos días podrán encontrar esta misma encuesta en los diversos foros de internet en los que me muevo para debatirla en ellos ampliamente. Para votar sólo tienen que dirigirse a la parte superior de la columna de información izquierda de este mismo blog.

Saludos




lunes, 22 de septiembre de 2014

Destructores alemanes en Narvik III por Miguel Fiz Cobos

¡Hola!

Tercera entrega sobre las andanzas de los destructores alemanes en Narvik escrita por Miguel Fiz Cobos


3.- Murieron con las botas puestas… o mas bien les dejaron chiflando en la loma

Y sin embargo, a pesar de todos los problemas sufridos, al amanecer de aquel día 8 de abril todos los destructores alemanes estaban allí, desperdigados y con diversos problemas, pero todos continuaban hacia el norte. Si bien en próximas entregas seré sumamente severo con Bonte y con otros mandos alemanes, hay que reconocer que tanto ellos como sus tripulaciones mostraron un profesionalismo a toda prueba. Su misión principal era llevar a los Gebirgsjäger a sus destinos, y en eso no fallaron. Eso sí, no se esperaban encontrar buques enemigos tan pronto, pero bueno, la aparición del Glowworm en medio de un grupo de buques deambulantes fue un suceso inesperado por germanos como por ingleses. Desgraciadamente al comandante Roope, así como a los demás oficiales y tripulaciones británicas, su propio servicio de inteligencia les había fallado en más de una manera. Me voy a permitir indicar algo al respecto.

Normalmente cuando pensamos en la inteligencia británica en la IIGM, viene a nuestra cabeza ULTRA y sus derivados, ese enorme esfuerzo que permitía al parecer casi “leer” de forma mágica los comunicados radiales alemanes, en ocasiones incluso se especula sobre varios momentos en los que, siempre según la mitología popular, se sabía tanto de los planes alemanes que incluso las autoridades inglesas se daban el lujo de no usar “demasiado” dicha información para evitar que los alemanes se percatasen de que sus comunicaciones eran virtualmente “un libro abierto”, tal es el caso del bombardeo de Coventry, donde el mismísimo Churchill habría decidido no usar la información de ULTRA para interceptar a los bombarderos que machacarían la ciudad, o mejor aún, advertir a la población de la amenaza… se sabe ahora que eso es un mito [1], pero bueno, la mitología y las leyendas urbanas, siempre estarán presentes.

La realidad es que en esos meses del inicio de la guerra, la inteligencia británica, y los servicios de información del almirantazgo, estaban casi a ciegas. Desgraciadamente para ellos, todo el esfuerzo y los conocimientos ganados durante el anterior conflicto mundial, que desembocaron en la creación del llamado “Departamento 40” (“Room 40”), que era el servicio de escucha, intercepción y descifrado para el almirantazgo había quedado casi olvidado. Las penurias de la postguerra y la astringencia económica significaron que cuando se desato la IIGM, se tuvo casi que empezar desde cero. Parece de risa, pues los británicos habían estado recibiendo varias señales que de haberse unido e interpretado (mensajes diplomáticos, avistamientos de buques, aumento en el trafico radial, etc.) seguramente hubieran podido sustentar ya no sospecha, sino un claro aviso de que los alemanes iban a invadir Noruega, pero dicha instancia no existía en ese momento. [2]

En cambio, la marina alemana aprendió bien las lecciones de la IGM, el equivalente germano al “Room 40” británico de la IGM, el Beobachtungsdienst o “B-Dienst”, era terriblemente eficiente. Desde antes de iniciadas las hostilidades habían conseguido “romper” muchos códigos de comunicación de la marina real y otras instancias, además de tener un equipo de especialistas que concentraba los datos recabados para dar información bastante útil a los mandos. Era un hecho que entonces, la marina alemana podía ir varios pasos delante de sus oponentes, siempre que pudiese interceptar algún mensaje británico “legible”.

Por ejemplo, un par de aviones Hudson de reconocimiento ubicaron en la mañana del día 7 a parte del grupo de buques alemanes en dirección a Trondheim y Narvik. Enviaron de inmediato un reporte sobre su avistamiento por supuesto. Pues dos horas después (11.31 según el uso horario empleado por la fuerza alemana), el almirante Lutjens, al mando del Scharnhorst y el Gneisenau y con la doble misión de servir de escolta pesada y de señuelo, estaba ya recibiendo una copia decodificada de dicho mensaje, según el cual, habían sido detectados “…un crucero y seis destructores…dirigiéndose al norte…”. Es decir, los británicos estaban ya positivamente al tanto de que algo se cocinaba a esas horas. Se envió de hecho un grupo de bombarderos Blenheim (12 bombarderos del escuadrón 107) que, como generalmente ocurría en misiones de bombardeo a gran altura sobre buques en movimiento, no logró nada.

El B-Dienst pudo decodificar con igual celeridad el reporte de los bombarderos luego del ataque, indicando que habían bombardeado “…tres acorazados dirigiéndose al norte, acompañados por destructores…”, obviando las naturales confusiones de todo reporte visual, parecía que los ingleses habían descubierto el asunto… ¿o no?... [3]

Aquí hay que subrayar una de las genialidades del plan alemán. En gran parte gracias a los servicios del B-Dienst, se sabía que el almirantazgo y el resto de las autoridades británicas estaban cuando menos “en la luna” respecto a la intención alemana de ocupar Noruega, mientras que por supuesto, los burdos preparativos aliados para montar una suerte de misión expedicionaria hacia Narvik y Trondheim eran más que claros (y de hecho ,por esas vueltas de tuerca que tiene la historia, aceleraron los propios planes alemanes). Se estaba al tanto de que si se simulaba una salida al Atlántico por unidades pesadas, los ingleses caerían como “peces en una tina” en el engaño, de allí una de las razones por las cuales el Scharnhorst y el Gneisenau fueron destinados a encabezar al grupo que se dirigía a Narvik. De esa manera, lo que se pensó en el almirantazgo era que seguramente los buques pesados alemanes se dirigían al Atlántico, tomándose medidas para contrarrestar eso. Dado que los destructores alemanes tenían muchas limitaciones de alcance, nadie pensó con seriedad que se estarían empleando como transportes de ocasión y que lo que estaba ocurriendo era la invasión de Noruega. Sobra decir que aunque se cursaron comunicados para alertar a la Home Fleet en Scapa Flow (con el Rodney, el Repulse y el Valiant) para una inminente operación de intercepción, siempre fue pensando en que las unidades pesadas germanas irían al Atlántico y que los destructores retornarían a puerto. Patrick Beesly (“Very Especial Intelligence”) lo resume asi [4]:

Tres factores deben de ser tomados en cuenta cuando se considera la falla británica en predecir la acción alemana. Primero, toda la atención estaba concentrada en nuestros propios planes de minar las costas noruegas *, en las secciones empleadas por los buques de carga alemanes para transportar el mineral de hierro sueco desde Narvik hacia Alemania. Más aun, no se dio demasiada importancia a las reacciones alemanas hacia ese minado. Segundo, el almirantazgo y la "Home Fleet" estaban preocupadas con la posibilidad de una salida de los cruceros de batalla (sic) o de los acorazados de bolsillo alemanes al Atlántico, y cualquier signo de actividad que fuese detectada se asociaba mas a dicha posibilidad, más que a una operación que, incluso los asesores profesionales de Hitler consideraban temeraria al extremo. Y como tercer factor, a lo largo del invierno habíamos tenido una lluvia de reportes de ataques inminentes por parte de Alemania a los Países Bajos o a Francia, todos los cuales habían terminado en nada. Por tanto no es sorprendente que los rumores de invasión a Noruega fuesen tratados por todas las agencias de inteligencia aliadas con cierto grado de escepticismo.”

* Recordar que el grupo del Renown estaba apoyando precisamente las tareas de minado de las costas noruegas.

Así pues, el solitario Glowworm jamás recibió señal de alerta…

Entonces, retornado de una breve explicación sobre cómo estaban las cosas respecto a la inteligencia naval de ambos contendientes, Roope y su gente se toparon esa mañana del 8 de abril… con una visibilidad muy mala, de apenas pocos miles de metros y todavía con mar picado. Serian aproximadamente las 0850 (hora alemana) cuando vigías del destructor alemán Hans Ludemann (Z 18) detectaron al Glowworm por su lado de estribor, mucho antes de que los vigías ingleses se percatasen de que no estaban solos. De hecho el Korvetenkapitän Herbert Friedrichs, patrón del Z18, consideró que tenia una posición de ventaja y pidió permiso para atacar al destructor enemigo, pero su superior, el Fregattenkapitän Hans-Joachim Gadow (en el mismo buque), jefe de la tercera flotilla, le indico que su misión principal era llevar a las tropas a tierra, no entablar combate. El Z18 comunicó el avistamiento a Lutjens, momento en que la tripulación del Glowworm se dio cuenta de la presencia del destructor alemán. No esta de mas comentar que según reportaron posteriormente los testigos alemanes, el Glowworm estaba con los cañones sin manejar y al parecer sin todas las calderas encendidas, de ser cierto, seria otro indicativo de la falta de información de la que disponía Roope, quien por tanto estaba a ciegas en cuanto a la presencia de navíos enemigos en esa área.

Sin embargo, cuando se dio la voz de alarma, el comandante Roope ordeno de inmediato mandar señales por semáforo al buque ignoto, el cual respondió “destructor sueco Göteburg”. Roope determinó que era demasiado improbable que en esas aguas un buque sueco estuviese merodeando, así que ordeno enarbolar la banderola de batalla y disparar al buque desconocido, mas el Z18 aceleró y se perdió en la espesa neblina.

Luego de algunos tensos minutos, el Bernd von Armin (Z11), al mando del Korvetenkapitän Curt Rachel, también se topo con el Glowworm, acercándose con rapidez por el lado de babor del destructor ingles, ambos buques siguiendo curso reciproco. Inicialmente Rachel considero atacar al destructor enemigo, pero cuando pidió autorización por radio de corta distancia a Gadow, su superior, este le recordó lo mismo que le había dicho al patrón del Z18: la misión principal era llevar a los jäger a tierra… de todas maneras la acción que se sucedió inmediatamente demostró que aunque hubiera querido, simplemente Rachel no estaba en condiciones de presentar una batalla justa.

Los destructores alemanes que se dirigían a Narvik y Trondheim eran buques que en el papel parecían impresionantes y en combate singular tenían ventaja en cuanto a cañones, aunque un poco superados en cuanto a torpedos. Rachel tenia a su disposición 5 cañones de 12.7 cm (5 pulgadas) y 8 torpedos, Roope tenia 4 cañones de 4.7 pulgadas y 10 torpedos. Sin embargo en las condiciones climáticas de esa mañana, la ventaja estaba decididamente del lado del ingles. La premura en cuanto a diseño y construcción de los buques ligeros alemanes desembocó en una gran cantidad de problemas técnicos, algunos de los cuales ya han sido reseñados en el reporte del Kapitänleutnant (ing) Heye. A eso hay que añadirle que definitivamente las cualidades marineras de estos buques no eran las mejores. En mar picado su estabilidad y maniobrabilidad demeritaba mucho, de tal suerte que la ventaja teórica que daba el tener armas con mas calibre y alcance se perdía, pues era difícil tanto situar al barco en una posición adecuada, y lograr puntería adecuada se hacia una labor casi imposible.

Con las ordenes de Gadow en mente, Rachel procedió a romper el contacto con el ingles, solo para darse cuenta de que su buque no estaba respondiendo bien en el mar embravecido. A toda marcha (35 nudos) la proa del navío alemán recibía el embate de las olas con gran violencia, lo que al poco tiempo produjo diversos daños en la superestructura. Dos hombres cayeron al mar durante el intento por “sacudirse” al Glowworm. Finalmente Rachel debió reducir la velocidad a 27 nudos para evitar que el buque se dañase mas, lo que hizo que Roope se pudiera acercar lo suficiente como para comenzar a disparar con sus piezas de proa. Los cañones de popa del Z11 respondían el fuego y más tarde, de manera algo optimista, reclamaron haber obtenido 3 impactos en el buque ingles, lo cual en realidad era mas producto del calor del momento y de cierta impotencia que de veracidad.

Rachel, muy a su pesar, se vio obligado a solicitar apoyo, mientras mantenía curso y trataba de burlar al adversario con una cortina de humo. Los destructores del grupo dirigido a Trondheim, el Paul Jacobi (Z5) , Theodor Riedel (Z6), Friedrich Eckholdt (Z16) y Bruno Heinemann (Z8), estaban al sur del destructor en problemas y captaron los mensajes. Su comandante, el Fregattenkapitän Rudolf von Pufendorf ordenó acelerar para apoyar a Rachel .Desgraciadamente el mar agitado se cobró de inmediato tributo, cuando una ola particularmente fuerte provoco una escora temporal de casi 55° al Z5, entrando agua a las salas de maquinas, apagándose una caldera y cayendo al mar 5 marineros. Seguramente lanzando toda clase de improperios marineros, von Pufendorf debió ordenar reducir la velocidad…[5]

Es interesante indicar aquí que, jamás sabremos realmente que pasaba por la cabeza de Roope en estos momentos, seguramente estaba cierto de que el buque que habían divisado primero y el que estaba ahora persiguiendo podrían pertenecer a una flota aun mayor, quizá debió haber considerado que el otro buque podía retornar para ayudar a su compañero, lo que le pondría en situación difícil. Al parecer en todo caso a Roope no le faltaba iniciativa y ciertamente agresividad. Por si acaso ya cuando avisto al primer buque (el Z18) envió un reporte al almirante Whitworth donde se indicaba que se había topado con un buque enemigo y dando sus coordenadas aproximadas (64 ° N 04’ , 06° 04’ E, en realidad fue a los 64° N, 07° según los alemanes, señal de que la brújula del Glowworm no estaba bien) . 

Posición que reportó el Glowworm al momento del encuentro fatal con el Hipper y la del grupo del Renown
 
Desgraciadamente para Roope y su tripulación, el crucero pesado Admiral Hipper, mas al norte, había recibido la orden de acudir en ayuda de Rachel. El Kapitän zur See H. Heye, patrón del crucero, procedió a toda maquina en apoyo del Z11, llegando al área aproximadamente faltando 15 minutos para las 1000. Cinco minutos después sus vigías indicaron el avistamiento de dos mástiles .De inicio no se sabia quien era el buque amigo y quien el enemigo, pero poco a poco la escena se fue aclarando. A las 0958 se pudo establecer con exactitud la identidad de ambos buques, así que Heye ordeno abrir fuego. Para esto la tripulación del Glowworm al principio considero que el buque que llegaba al lugar era uno de los suyos, probablemente el Renown… se enviaron señales por semáforo, que fueron contestadas con el rugir de las piezas de proa de 20.3 cm del Hipper.

Heye no quiso correr riesgos, sabía que el Glowworm solo podría hacerles daño si se le permitía ponerse en posición para lanzar sus torpedos, así que dictó ordenes al timonel para que mantener siempre la proa hacia el destructor ingles a fin de poder evadir cualquier ataque de ese tipo. Eso limitaba el empleo de la artillería del crucero a las piezas de proa, pero sin lugar a dudas era una maniobra correcta. La primera salva alemana se disparo a unos 8,400 metros. El Glowworm estaba casi condenado… Roope ordenó maniobrar con virajes pronunciados y acortar distancias, para tratar de buscar una posición desde la cual disparar sus torpedos, pero cada maniobra suya era respondida por una correcta solución del lado alemán, se ordeno entonces lanzar humo y cubrirse, pero para sorpresa de los ingleses, el fuego alemán continuaba con gran precisión…

Seguramente si Roope hubiera estado enterado de que los alemanes estaban ya empleando en unidades de ese tipo asistencia para sus directores de tiro (DeTe) y que por tanto las cortinas de humo eran inútiles, quizá hubiera variado toda su estrategia, pero era tarde. Para la quinta salva el Hipper estaba ya acertando en el destructor. Pronto la sala de radio quedo en ruinas, de manera que se perdió contacto con el exterior. Otros impactos comenzaron a abrir vías de agua, el dispensario recibió una proyectil de gran calibre, eliminando a los heridos que se habían acumulado luego de pocos minutos. Los cañones del Glowworm intentaron responder el fuego, pero sin éxito, los torpedos fueron igualmente disparados en sucesivos intentos por alcanzar al Hipper, pero erraron debido al mar picado, enemigo de todo control de tiro sin asistencia. Generalmente en espacios especializados se tiende a criticar a los complejísimos sistemas de control de tiro de los buques alemanes, sobre todo los de la AA media y pesada, pero en circunstancias como esta, se probaron mas que adecuados, ya que es claro que gran cantidad de proyectiles de 10.5 cm acertaron al Glowworm.[6]

Eran las 1010 y el asunto se veía ya terriblemente comprometido para el destructor ingles. Se intento un ataque con los últimos torpedos por parte de Roope, quedando ambos buques a distancias cada vez mas cercanas ,de apenas cientos de metros, en cada viraje. Para ese instante el Glowworm estaba recibiendo las “atenciones” incluso de las piezas AA de 37 y 20 mm alemanas. Nuevamente el Hipper buscó con la proa al contrario y evadió los últimos torpedos. Dado que ambos buques estaban acercándose peligrosamente, se hacía casi inevitable un choque, de hecho Heye ordeno al timonel que ,de ser necesario, el Hipper debía embestir al molesto buque británico. [7]

Foto tomada desde el Hipper poco antes del choque
Generalmente en este punto se inicia la leyenda, el Glowworm, arrojando humo producto de varios incendios, enfila su proa hacia el costado de babor del crucero alemán, que no logra esquivarle, embistiéndole y quedando luego inerme. Sin embargo hay que aclarar que seguramente para este momento el Glowworm estaba sin control, habían recibido un impacto en la sala de maquinas y había varios fuegos iniciándose. Es un hecho también que luego del último ataque con torpedos el puente de mando del destructor recibió de lleno un proyectil probablemente de 10.5 cm, dejándolo prácticamente en ruinas. El único oficial superviviente, el teniente Robert Ramsey, declararía que, momentos antes de la colisión no había nadie manejando el timón debido a las bajas en el puente. Por tanto no se puede saber si la embestida del Glowworm al Hipper fue producto realmente de una decisión de parte del comandante Roope, o si fue resultado de una serie de maniobras fortuitas, en todo caso eso no demerita a ninguno de los participantes. [8]

Lamina muy idealizada de la embestida, elaborada por el artista Ivan Berryman
 
Lo demás ya es por supuesto conocido, así que no profundizaremos demasiado, el Hipper recuperó a 40 sobrevivientes, Roope no estaba entre ellos. Aunque el crucero quedo por supuesto dañado, podía continuar su recorrido y así se decidió. Para los que gustan de las estadísticas, el Hipper empleo 31 proyectiles de 20.3 cm, 104 proyectiles de 10.5 cm, 136 de 3.7 cm y 132 de 2 cm. Como nota paradójica, un marinero alemán cayó al agua durante la colisión, siendo esa la principal razón por la que el Hipper se detuvo y eventualmente recupero a varios náufragos del Glowworm, pero, al parecer el caído (el Mechanikergefreiter RItter, no pudo ser recuperado. [9]

Otra foto desde el Hipper, observese la proa destrozada, circulados con rojo se ven ambos montajes de tubos lanzatorpedos, girados y vacíos
 
Aunque como ya vimos, el reporte del Glowworm llegó a las instancias correctas, una mezcla de estupor e incredulidad rodeo a las autoridades británicas. Mientras, los buques alemanes continuaban su viaje…

Continuara.

Fuentes de las citas :

[1] Un excelente artículo donde se menciona el papel jugado por el “Room 40” en la gran guerra.

[2] Para adentrarse en el mundo del espionaje naval británico en la IIGM recomiendo el libro “Very Special intelligence”, de Patrick Beesly, quien trabajó precisamente en el esfuerzo de reconstruir el “Room 40” durante la IIGM, esfuerzo que culmino con el establecimiento del OIC, siglas de “Operational Intelligence Center”.

[3] Ver “The German invasión of Norway”, Geirr H. Haarr, Pags. 75 y 76.

[4]“Very Special Intelligence”. Pags. 64 y 65.

[5] “The German invasión of Norway”, Geirr H. Haarr, Pags. 75 y 76.

[6] Para una discusión técnica de los equipos de radar en esos buques ver “Heavy Cruisers of the Admiral Hipper Class”, de Gerhard Koop & Klaus-Peter Schmolke, Ed. Naval Institute Press. Pags. 22-24, datos adicionales del empleo del Dete en este combate en el mismo libro, Pags. 43 y 44 asi como en “The German invasión of Norway”, Geirr H. Haarr, Pag. 93.

[7] “The German invasión of Norway”, Geirr H. Haarr, Pag. 93.

[8] y [9]“The German invasión of Norway”, Geirr H. Haarr, Pag. 94. “Heavy Cruisers of the Admiral Hipper Class”, de Gerhard Koop & Klaus-Peter Schmolke, Pag.

viernes, 7 de diciembre de 2012

B-Diesnt, servicio de Información de Radio Alemán

¡Hola!!

Algo poco conocido en castellano sacado de la obra de Luis Lopez Palancar La agonía del Bismarck¡Victoria o muerte! pag 245:

B-Diesnt, Servicio de Información de Radio Alemán

El B-Dienst ,creado a primeros de los años 30,había logrado descifrar la mayor parte de los códigos usados por la Royal Navy en 1935. Cuando estalló la guerra en 1939, los especialistas del B-Dienst habían roto los suficientes códigos navales británicos como para conocer la posición de sus buques. Cosecharon otros éxitos en la primera etapa de la guerra, dado que los británicos fueron lentos en cambiar sus códigos y cifras. El B-Diesnt descifraba de forma regular los códigos de los buques de la Royal Navy y de los mercantes británicos (BAMS), lo que resultó de una inapreciable ayuda a los Uboote en la primera fase de la batalla del Atlántico . En febrero de 1942 se rompió también los códigos usados por la mayoría de los convoyes que cruzaban el Atlántico. Antes de que los Estados Unidos entrase en el conflicto como beligerante ,a finales de 1941, el B-Dienst pudo descifrar también algunos códigos estadounidenses. La situación cambió en abril de 1942 cuando la US Navy cambió su sistema de cifrado: sin embargo la posibilidad de leer el tráfico radiado estadounidense influyó en el éxito de la Operación Paukenschlag ,que es como fue designado el ataque de los submarinos alemanes al tráfico naval de la costa este de los Estados Unidos.

En 1941, y por razones de seguridad, la US Navy rehusó pasar a la Royal Navy sus dispositivos de encriptación ECM Mk. 1 de forma que los británicos introdujeron la “Cifra Naval Nº3” para la comunicación entre aliados y la coordinación de los convoyes en el Atlántico. El B-Diesnt se aplicó a la tarea de descifrar el nuevo código ,obteniendo un resultado satisfactorio en septiembre de 1942. Desde diciembre de ese mismo año hasta mayo de 1943 ,el 80% de los mensajes radiados interceptados eran descifrados. Pese a ello solo el 10% de ellos eran descifrados a tiempo para tomar acciones al respecto.

La “Cifra Naval Nº5” británica fue rota también por el B-Dienst ,asi como varios códigos de baja seguridad británicos tantos navales como aéreos ,incluyendo los COFOX ,MEDOX ,FOXO ,LOXO ,SYKO ,los códigos de la RAF y de los movimientos aéreos. Los mensajes cifrados con las máquinas Hagelin (Estadounidense) y Anglp (Francesa) fueron también rotos. Además el B-Dienst logró romper los sistemas de cifrado y codificación soviéticos y daneses.

Fuentes y enlaces de interés
Luis Lopez Palancar La agonía del Bismarck¡Victoria o muerte!

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